En otro mundo,
en otra vida,
en otras circunstancias,
estás tú
siendo comido por mí
engullido y saboreado
siendo eternamente una parte más de mi organismo
paseando por mis entrañas
sacudiendo mis palabras
ocultando arañazos
de cicatrices aún por hacer
citándome los trazos
de cada poesía
besándome los párpados
haciéndome cosquillas.
En otro mundo
llamado sueño
te beso cada noche al despertar.
Y despierto.