Guárdate

¡Niño!
Guarda al alma tu vientre
para protegerlo de las malas garras
que lo hagan pudiente.

¡Niño!
Guarda al alma tu vientre
para que nadie lo llene de esperanza
y se desinfle a velocidad de pendiente.

¡Niño!
Que en tus horas te encontrarás con más angustia
que gloria.
Niño, sé paciente.

¡Niño!
Guarda al alma tu viente
no quieras que lo llene de espuma de oro
que no verás al día siguiente.

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